Los sistemas de detección de incendios son medios muy eficaces para proteger a las personas, instalaciones, equipos, bienes y materiales de los peligros derivados de un incendio, si son instalados, mantenidos y utilizados correctamente.
Han ido evolucionando poco a poco a lo largo de su existencia y hoy en día se han consolidado debido al avance de las tecnologías y de la experiencia en su utilización. Son un componente indispensable a la hora de detectar un incendio, factor de importancia relevante en sus fases iniciales, cuando los momentos son más críticos. De entrada, un incendio puede ser sofocado muy fácilment en cambio una detección tardía retrasaría las actuaciones de emergencia previstas y provocar grandes pérdidas elevando exponencialmente la dificultad de extinguirlo.